LAGO POSADAS: Estancia "Cruz del Sur"

En la segunda oportunidad que tuve de tomarme vacaciones (febrero de 2014) me dirigí a Lago Posadas ya que contaba con poco presupuesto y sabia que la gran mayoría de los lugares son hermosos y no cobran entrada. Por otra parte este lugar me transmite mucha paz, es imposible pasar unos días allí y no perder la noción del  tiempo, tanto por el paisaje, o por la ausencia de señal de telefonía móvil, o el carácter tranquilo de sus habitantes, todo esto logra que apartes el ritmo que se trae de la ciudad.

Los lugareños tienden a ser solidarios, no solo entre ellos, sino también con los foráneos. Al conocer nuestra situación nos invitan a conocer la estancia ubicada al lado del Cerro del Indio para que hagamos una actividad sin costo alguno, esta se llama “Cruz del Sur” y se encuentra totalmente deshabitada y al cuidado de una familia pionera del pueblo. Por demás muestra de bondad, nos avisan que vayamos con bolsitas para levantar frutos.

                                                        Esta es la entrada a Lago Posadas.

En esta foto se puede observar la  arboleda de la estancia "Cruz del Sur" y en la parte inferior el cementerio del pueblo.

Ese día nos levantamos bien temprano (6am.) tomamos unos mates, cargamos agua, que es exquisita, en una botella y  prepare mi cámara. Desde el camping la podemos ver y se encuentra a unos 3 km aproximadamente del cerro del indio y al reparo de un cañadón por el que corre un arroyo. El día está despejado y el sol es intenso, entre el camping y la estancia se encuentra el cementerio del pueblo. Caminamos entre las matas de calafate y arena, llegamos hasta la tranquera que pasamos por arriba. Y comenzamos a recorrerla, observamos los arboles grandes que indican que fueron plantados hace muchos años. La casa  principal se encuentra debajo los árboles y está construida de adobe y madera, en el frente hay horno de barro antiquísimo. Los caminitos nos llevan a distintos sectores delimitados con cercos de madera, los pastos están muy crecidos nos llegan hasta la cintura. Seguramente eran las quintas ahora algo abandonadas, llegamos a una parte donde hay árboles de cerezas con frutos ya maduros y en el fondo plantas de grosellas, nos aprestamos a sacar cerezas así comemos mientras caminamos. 

En la parte detrás de la casa principal hayamos un árbol de damascos no muy grande el cual tenía sus ramas dobladas muy cargadas de frutos, bien maduros también sacamos unos cuantos casi media bolsa, allí había una planta con unas hermosas flores a las que le saque fotos.

 Seguimos caminando llegamos hasta una puerta en el cerco, la que nos comunica con el arroyo, vamos saltando piedras y pasamos a lavar nuestros damascos en el agua, están sabrosos también cargamos nuestra botella con agua fresca. Seguimos el curso del agua que da una curva, donde al fondo aparece, una formación que se parece a un “Marroc” con muchas capas.

                                   En esta foto se ven las capas de colores por los minerales existentes.

 También al borde del arroyo encontré unas rocas partidas que las uní y les saque fotos, yo supongo que son fósiles marinos de algún caracol. Otras rocas del lugar tienen cuarzo, le saque fotos a una de ellas también. Por ambos lados del arroyo las paredes tienen muchos colores debido a los minerales de la zona. Más adelante se nos hace imposible pasar debido a que las rocas y las paredes se vuelven verticales y no pudimos seguir explorando. Pero fueron varias horas y la vista era hermosa.

                                                                   En esta foto se ve el cuarzo en la roca.

                                                                                             Fósiles marinos 

                                                                               Fósil marino

                                                                             Fósil marino.

                                                                    Este trozo de roca se parece un "Marroc".

Volvemos felices y llenos de aire de montaña. Pasamos por la estancia a despedirnos y a buscar más damascos, directos de la fuente como todo lo que viene de acá.