Retomamos la ruta Nro.3, y al no tener
experiencia en ruta nos detuvimos en el
primer paraje en tres cerros, donde armamos la carpa e hicimos noche, al día
siguiente nos despertó muy, pero muy temprano un gallo que cantaba y parecía
que lo estrangulaban, por lo que nos despertamos a las carcajadas y cada vez
que nos acordamos pasa lo mismo, resulta que si seguía unos 3 km
aproximadamente había una estación de servicios de YPF muy linda con todo,
duchas confitería y todas las comodidades que se necesitan. Llegamos al empalme
de la ruta nro. 49, y a unos pocos km se encuentra la estancia “La Paloma” la
que pasamos a conocer, el encargado nos mostró una estantería con muchos
fósiles, luego nos duchamos y acampamos, para salir al día siguiente
tempranito, llegando al bosque petrificado con un día de mucho calor, el suelo
brillaba por todos lados fue increíble ver los troncos gigantes fosilizados y
los distintos colores del terreno.
De nuevo en la ruta nro. 3 llegamos al empalme
de la ruta nro. 281, la que nos lleva a Puerto Deseado, encontrándose a unos
pocos km por esta ruta el paraje “Jaramillo”, un pequeño poblado pero con mucha
historia, la ruta algo agotadora ya que
es una recta algo interminable, mas adelante casi llegando a Puerto Deseado se
encuentra otro paraje llamado “Tellier”, también es un pequeño lugar pero rico en historia, la ruta
nos sorprende por que parecería que falta todavía para llegar a Puerto Deseado
y tomamos una bajada y curva, apareciendo ante nosotros la hermosa vista del
puerto con los barcos amarrados, y paredones de rocas del otro lado, llegamos
con un día de sol impresionante. Durante todo el trayecto que hicimos de la
ruta nro. 281, nos acompaño al costado
cerca de los alambrados las viejas vías
ferroviarias las que llegan hasta la antigua estación de Deseado.
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