Así
lo llamaban los tehuelches al cerro, debido a que las nubes coronan casi
siempre su cima, creían que era un volcán y lo consideraban sagrado.
Llegar
al pie del Chalten, es imponente y por ello debe ser que los tehuelches lo
consideraban sagrado se siente en el aire una sensación paz una energía indescriptible.
Yo lo conocí cuando tenía 11 años, el camino era de ripio, un parador donde se podía comer y confitería, recién
se estaba hablando de fundar el pueblo. Solo existían algunas casas, el destacamento Policial, Gendarmería y el
lugar que ocuparía la comisión de fomento.
Vuelvo
al Chalten ya de grande con mi hijo y mi señora, que no lo conocía solo por las
descripciones que hace Hugo Giménez
Agüero, en sus canciones.
Al
llegar a mi señora se le hace un nudo en la garganta y se le llena de lagrimas
los ojos, estaba algo tapado por las nubes, pero en poco tiempo por efecto del
viento comienza a despejarse, dejándose ver por completo y con un sol radiante.
Cuando
cae la noche se pone muy frío como en toda la cordillera, el pueblo tipo 22 hs.
se duerme, los lugares para comer cierran un poco más tarde, así al otro día comienzan
sus actividades temprano. Los turistas a
hacer las caminatas, y los comerciantes y agencias a prestar sus servicios.
Al
caminar por las calles del Chalten, en épocas de turismo se puede encontrar
gente de distintas nacionalidades y de distintas edades, desde niños hasta
adultos mayores, pero lo que tenemos en común es la felicidad que se refleja en
nuestros rostros.
En
una de nuestras recorridas nos dirigimos hacia Lago del Desierto, el camino nos
lleva bordeando el río de las vueltas, lo transitamos con tranquilidad parando
donde se podía a sacar fotos y disfrutar del bosque, llegando hasta el muelle
de donde salen las excursiones, las que quedaron pendientes para un próximo
viaje.
En
mi ciudad, me habían comentado que el camino hacia el Lago del Desierto solo se
podía realizar con una camioneta, por encontrarse en mal estado y ser de ripio,
nosotros somos algo arriesgados y nos fuimos con nuestro dunita, esta decisión
fue acertada ya que hemos recorrido caminos mucho peor.
Algo
que aprendí gracias a mis viajes, es que cuanto más difícil es el camino más
bello es el lugar.
De
regreso hacia el pueblo cae el atardecer y tengo la oportunidad de sacar unas
fotos del Chalten visto desde el camino al Lago del Desierto, que revisándolas
me doy cuenta que en una de ellas justo sobrevuela un cóndor.
Esta viste es camino al Capri, abajo el río de Las Vueltas, donde bordea el camino al Lago del Desierto, y las flores de "Notro".-
Los "Cauquenes Reales" saliendo del agua.-
El Chalten visto desde el camino del Lago del Desierto atardecer.
Cuando
emprendimos la caminata hacia el cerro Torres, el camino es de poca dificultad
entre zonas de bosque y pasando por
arroyos, uno de los paredones que se
encuentra cerca del sendero acobija los
nidos de cóndores, logre tomar un par de fotos no muy nítidas.
Nido de Cóndor Andino.-
El
día que hicimos la caminata de Laguna Los Tres, fui con mi hijo, hacía mucho
calor y no corría ni una brisa, para nosotros los NYC, (nacidos y criados acá
en Santa Cruz)es algo sofocante.
Ocupamos
el tiempo que decía en el cartel de informaciones, 2 horas hasta la base y 2
horas de ascenso, muy empinado y donde el terreno se desliza, la tierra y
grandes rocas, algo peligroso en momentos. Llegando a la cima la recompensa
vale todo el esfuerzo para lograrlo.Carpintero Macho
Carpintero Hembra
Esta flor se llama "Quichimalí".-
Caminando
por el pueblo pasamos por frente a la casa de los cantantes de siete venas, que
se encontraban arreglando su cerco de madera, le saque foto al colectivo con el
que salen de gira.
"Loica Común" .-
El cielo nos regala la Bandera!!!
Nos vamos y por el espejo veo todo el cordón montañoso ya que el cielo esta despejado. No nos queremos ir pero es hora de volver a casa..
Puente sobre el río Santa Cruz
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