lunes, 3 de marzo de 2025

Tercer día de viaje - Faro Cabo San Pablo - Desdemona.

Nos levantamos muy temprano, preparamos unos mates y nos sentamos a conversar con el encargado del lugar y algunos motoviajeros que pernoctaron allí: un señor mayor de Chile que regresaba a su país y un señor de Brasil que se dirigía a Ushuaia. Ellos partieron temprano. Más tarde, mientras continuábamos conversando, se levantaron una señora de Tucumán (jubilada) y un muchacho de Córdoba, ambos viajando solos hacia Ushuaia.


Alrededor de las 11 hs., fuimos a la oficina de turismo para informarnos sobre los horarios y lugares de interés en la ciudad. Nos proporcionaron una hoja con los museos y sus horarios. Al salir, recorrimos la plaza y encontramos un hermoso tanque de agua, actual emblema de la ciudad y declarado “Bien de Interés Municipal”. 
Según nos enteramos por la información de la cartelería, en 1954, se inauguraron las obras de provisión de agua para Río Grande, incluyendo la Torre de Obras Sanitarias, de 18 metros de altura, con paredes de ladrillos huecos de mortero de cemento de fabricación local y techo cubierto de tejas.



Luego, nos dirigimos al Museo de Malvinas, donde se exhibían numerosas fotos, objetos utilizados y uniformes, algunos donados por veteranos.




Al salir, nos encaminamos hacia el Museo Monseñor Fagnano, de la Misión Salesiana Ntra. Señora de la Candelaria, ubicado en el ingreso de la ciudad, Ruta Nacional 3- km.2835. El que se encuentra abierto de lunes a viernes de 13:00 a 18:00 hs., y que tiene dentro del predio una parada para el colectivo de línea, con la finalidad de acercar a los alumnos que estudian en estas instalaciones y a los interesados en conocer el museo. El valor de la entrada es de: $ 3.000 para los residentes; $ 6.000 turistas extranjeros; los menores de 12 años no abonan entrada. 

El recorrido tiene una audioguía, lo que facilita la interpretación de lo que vemos. En ciertas vitrinas que se exhiben, se escuchan cantos y palabras en lengua selk-nam.



Primero comienzan explicando cómo fue que decidieron instalarse en ese lugar y el motivo de la Misión Salesiana, que era el de resguardar la integridad de parte de los selk-nam, primeros habitantes de la isla, a quienes educaron y evangelizaron. Las monjas se esmeraron en enseñarles a leer, hilar lana para luego tejer. También hacían cestas con junco para transportar conchas. Hay una vitrina dedicada al Monseñor D’Agostini, donde se exhibían las cámaras y filmadoras que pertenecían a él, con palanca que se giraba para filmar, propias de esa época. Logró registrar a los últimos selk-nam que habitaron la zona.






Nos asombró también saber que había recorrido y documentado, tanto con su filmadora y cámara fotográfica, gran parte de la región más austral del continente. Fruto de este registro, elaboró un documental, el cual voy a dejar el link a continuación. En éste, vamos a observar el trabajo que realizó de cartografía.





En el museo hay varias vitrinas dedicadas a los selk-nam, donde explican que, desde hace unos 6500 años, las sociedades nómadas que habitaron en el Onashaga (canal Beagle), comenzaron a utilizar embarcaciones (canoas), las que realizaban con corteza de los árboles, obteniendo así su alimento y trasladando sus pertenencias en los canales del estrecho. Realizaban sus armas de caza y pesca, elementos para cortar carne, ablandar cueros, extraer corteza de árboles, para realizar adornos personales, con rocas especialmente seleccionadas, huesos de mamíferos marinos y de aves. Para hacer contenedores para transportar conchas, los fabricaban con juncos, y las máscaras utilizadas en las ceremonias como el Hain, eran hechas de corteza de árbol y pintadas con arcillas de color blanco y rojo. Se pintaban el cuerpo con pigmentos a base carbón para el color negro, a base de arcilla para los colores blanco y rojo, se pintaban franjas y puntos, la máscara también era pintada.

En la imagen podemos observar las máscaras que utilizaban en los rituales como el Hain, hechas de corteza de árbol, las que pintaban al igual que el cuerpo.


En esta imagen observamos a “Matan”, el gran bailarín del “Hain”, aclamado cuando desciende del cielo por el público y aún más cuan ejecuta sus asombrosos saltos verticales. 

Algo que con Any sabíamos de los “Onas” por lo que estudiamos en el colegio, pero de manera muy superficial, que eran canoeros, que hacían herramientas con piedra y que utilizaban arcos y flechas, pero desconocíamos la manera en que se pintaban el cuerpo para sus rituales y las máscaras que utilizaban. Otro tema que desconocíamos era la manera en que los exterminaron. Esto generó una curiosidad por saber más acerca de los selk-nam y el exterminio del que fueron objeto.



En la imagen podemos observar como realizaban collares las mujeres con huesos huecos y tendón de guanaco.

En la imagen podemos observar las mascaras que utilizaban en los rituales hechas de corteza de árbol.


Cestos de junco que tejían las mujeres para transportar las conchas.

En la imagen podemos observar un “Kawi” refugio hecho con troncos de árbol, que revestían con cueros de guanaco para protegerse del frío.

Después de recorrer el museo y tomar muchas fotos, decidimos partir de Río Grande rumbo a Cabo San Pablo y Desdémona. En el camino, tras unos kilómetros, logramos observar dos guanacos albinos. No alcancé a bajar para tomar fotos, pero tengo imágenes de otros guanacos albinos que vi en la zona del Lago Posadas, provincia de Santa Cruz.

Llegamos al desvío que debíamos tomar, donde hay un puesto policial. El camino es de ripio en muy buen estado, con zonas de bosque, algunos claros y varias estancias. Algunas de ellas son criaderos de perros de trineo, cuyos aullidos se escuchan a lo lejos. El día estaba agradable, sin viento. El camino tenía subidas y bajadas pronunciadas, pero transitables. Cerca de las 18 hs., vimos el Faro San Pablo al costado del camino. Unos kilómetros más adelante, llegamos a donde se encuentra encallado el Desdémona.




Primero, ingresamos al camping y solicitamos un lugar para acampar por la noche ($10.000). Luego, bajamos a la playa a caminar y tomar fotos, aprovechando el sol. Después de un rato, regresamos por el camino hasta el Faro San Pablo, donde dejamos el auto en el estacionamiento y caminamos unos kilómetros hasta la cima para disfrutar de la vista. Desde allí, se veía el Desdémona, la playa del otro lado y podíamos tocar el faro. También pude fotografiar algunas aves, frutos y flores.


Camino al faro San Pablo, encontramos una Loica común.

En la imagen observamos un Chingolo, camino al faro San Pablo.


En la imagen observamos un Comesebo Patagónico camino al faro San Pablo.







En la imagen observamos al faro San Pablo.




En la imagen observamos al faro San Pablo.

En esta imagen vemos como muchos de los árboles crecen pegados al suelo por los grandes vientos.

En la imagen observamos al faro San Pablo.



En la imagen observamos un Chingolo juvenil.

En la imagen observamos algunos hongos polvera.

El Desdémona visto desde el camping.

Regresamos al camping, cenamos mientras observábamos a los gansos alimentarse, armamos la carpa y nos dispusimos a descansar. La noche fue muy fría, y nuestra carpa no era adecuada para ese clima, por lo que sentimos mucho frío.




Cae el sol y el cielo del atardecer toma distintos colores y la silueta del Desdémona. 



Les dejo ese link, por si quieren saber más de los espíritus que representaban en sus rituales los selk´nam.  

https://pueblosoriginarios.com/sur/patagonia/selknam/shoort.html

Les dejo este link, que es un documental con las filmaciones que realizo el padre D’Agostini, en la Patagonia.

https://www.youtube.com/watch?v=xzHIKnykrLQ







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